Conocemos a San Cayetano, el abogado italiano que dedicó su vida a los pobres y solo es famoso en la Argentina

El santo vivió en la edad media, tuvo que lidiar contra la reforma protestante, la pobreza y la usura

Comunitarias07/08/2025 Redacción Modo San Juan
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Gaetano de Thiene (Su nombre original en italiano) nació en Vicenza, Italia, el 01 de Octubre de 1480, pertenecía a la familia de los condes de Thiene. Fue el último de los tres hijos del conde Gasparo di Thiene (un militar que murió en 1492) y de la condesa María Da Porto, quien más tarde se convertiría en terciaria dominica. Recibió el nombre de Cayetano en honor a un tío recién fallecido que era un canónigo docente de Derecho en la Universidad de Padua, que había nacido en Gaeta (pueblo costero, a 70 km al sudeste de Roma).

En 1504 Cayetano obtuvo el doble doctorado en derecho civil y canónico por la Universidad de Thiene. En 1506, a los 25 años de edad, gracias a las relaciones de sus tíos, tuvo la oportunidad de ser nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Desde ese puesto ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia. Se retiró de la vida cortesana en 1513 y fundó una sociedad de sacerdotes y prelados, llamada el Oratorio del Amor Divino. Fue ordenado sacerdote dos años después, a la edad de 35 años.

Trabajó como confesor y en 1522 retornó a su ciudad natal, Vicenza. En Venecia fundó el Ospedale degli Incurabili, un hospital para enfermos incurables.

En 1516, Martín Lutero en Alemania iniciaba la Reforma , que terminaría dividiendo a la Iglesia. Cayetano dedicaría su vida a luchar contra la Reforma protestante.

Cayetano estaba convencido de que la Iglesia necesitaba luchar contra la Reforma y servir a los más pobres. Por ello, la fundación de los Clérigos Regulares tenía como objetivo renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes.

A esta orden se la llamó de los teatinos por el nombre latino de la ciudad de Chieti (Theate), la ciudad de la que era obispo Caraffa. Tenían como regla no poseer ni pedir nada. Debían vivir únicamente de las limosnas que los fieles les ofrecieran espontáneamente.

Para paliar las necesidades de los pobres, fundó la organización de beneficencia Monte di Pietà (que posteriormente se convirtió en el Banco de Nápoles), como una alternativa a los usureros.

En el año 1524 fundó la orden de los Teatinos (o Clérigos Regulares) junto con el obispo Juan Pedro Caraffa (1476-1559), que más tarde sería elegido papa con el nombre de Pablo IV.

Su herencia espiritual

1. Fundó su Orden inspirado en los 12 apóstoles

San Cayetano fundó la Orden de Clérigos Regulares o Teatinos en 1524, junto a Bonifacio de Colle, Pablo Consiglieri y Juan Pedro Carafa, que después sería el Papa San Pablo IV.

El santo se propuso renovar al clero en su vida apostólica, espiritual y en la prédica de la doctrina, tomando como modelo la vida de los doce apóstoles de Cristo.

2. Celebró su primera Misa tras 3 meses de preparación

El santo tenía un profundo amor y respeto por la Santa Misa, y cuando fue ordenado sacerdote se preparó durante tres meses para celebrar la Eucaristía por primera vez.

Luego de celebrar Misa, San Cayetano quedó sobrecogido por el don tan maravilloso del que decía no considerarse digno.

3. Promovió la comunión frecuente

Su gran amor por la Eucaristía lo llevó a establecer en su pueblo la bendición con el Santísimo Sacramento y a promover la Comunión frecuente de los feligreses. 

“No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza”, escribió.

4. Impulsó una reforma en la Iglesia Católica

La crisis que vivió la Iglesia en la época de Lutero motivó a San Cayetano a impulsar un verdadero cambio de vida y costumbres dentro de la Iglesia Católica, pero sin dividirla. 

Cuando muchos querían atacar y criticar a la Iglesia, San Cayetano les decía: “Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo”.

5. Confió en la Providencia en tiempos de hambre

Los miembros de su orden solían repartir todos sus bienes entre los más pobres, al punto que muchas veces se quedaban sin comer. 

Un día, San Cayetano se acercó hasta el altar y dio unos pequeños golpes a la puerta del Sagrario, donde estaban las Hostias consagradas, y con mucha confianza le dijo al Señor: “Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer”.

Luego de un momento, unos arrieros llegaron hasta el lugar junto con mulas que portaban alimentos, pero no quisieron decir de dónde habían sido enviadas.

6. Eligió morir sobre un madero como Cristo

Cuando San Cayetano se enfermó gravemente, los médicos aconsejaron que colocara en su cama, hecha de tablas, un colchón de lana. Pero el santo se negó diciendo: “Mi salvador murió en la Cruz; dejadme pues morir también sobre un madero”.

San Cayetano falleció el 7 de agosto de 1547 y sus reliquias se encuentran en la Iglesia de San Paolo Maggiore, en Nápoles (Italia).

7. Fue canonizado junto a tres santos famosos

San Cayetano fue canonizado el 12 de abril de 1671 junto a Santa Rosa de Lima, la primera santa de América; San Luis Beltrán, evangelizador en Colombia; y San Francisco de Borja. 

8. Su fiesta litúrgica es signo de solidaridad

San Cayetano es muy querido en Argentina. Por eso, desde 1970, miles de devotos celebran su fiesta en el Santuario de Liniers, Buenos Aires. Ese día, los peregrinos suelen cambiar las tradicionales velas y flores que adornan la iglesia por alimentos y ropa, para que sean distribuidos en las regiones más necesitadas del país.

El Papa Francisco, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, presidió la Misa central de la fiesta litúrgica de San Cayetano durante varios años.

En Argentina, su festividad es la segunda en importancia, después de la veneración de la Virgen de Luján, patrona del país. Cada 7 de agosto, miles se congregan de las parroquias que están bajo la insignia de este santo para pedir por su intermediación. En el barrio de Liniers, en Buenos Aires, semanas antes del día en que se conmemora la muerte del Santo, hay personas que duermen en carpas para ser los primeros en agradecer los favores logrados por su intermediación. Se puede decir que en la mayoría de los hogares católicos argentinos está su estampa.

Según una leyenda popular, un campesino de principios del siglo XIX pasó frente a una imagen del santo camino a su casa. Venía de tener un pésimo día en sus campos de trigo, donde no había podido cosechar nada debido a una sequía que lo abrasaba todo desde hacía meses. El hombre se bajó de su carreta y le rezó a aquella imagen, pidiéndole que salvara sus trigales y dejándole como ofrenda unas pocas espigas que había logrado recolectar. Le prometió a Cayetano que si recordaba su pedido difundiría su ayuda y daría a conocer quién era. Antes de que llegara a su casa se desató una tormenta, y el anónimo se dejó empapar por aquella bendición y por su promesa. Y la difusión del milagro de los trigales fue tan grande que sus fieles comenzaron a ofrecerle el origen del pan, y pasó a ser conocido como "el santo de la espiga" y el patrono del pan y el trabajo, sólo en Argentina, ya que el santo del trabajo en el resto del mundo es San José (por tratarse del carpintero más famoso).

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