Claves para entender el triunfo de Javier Milei

Lo primero que debemos entender, es que la naturaleza humana busca siempre su bienestar. Es decir, poder alcanzar sus espectativas primarias como la alimentación, el vestido y el trabajo, cubriendo sus necesidades básicas. 

Cuando estas necesidades se ven afectadas, o disminuídas, es cuando comienza el problema para los políticos.

En el caso de Argentina, se vive en un modelo que invoca en falso al justicialismo, pero que es de izquierda militante con ideas como el asistencialismo extremo, el control de importaciones y de la compra de dólares, con altos contenidos ideológicos en los planes de educación y salud.

Lo cierto es que este modelo parece haber tocado fondo, con una clase baja en la indigencia, una clase trabajadora empobrecida y sin posibilidad de crecimiento ni ahorro, y una clase alta llena de restricciones para invertir, importar y exportar.

¿Que propone el liberalismo?, la mínima intervención del Estado en la vida y las operaciones de las personas y las empresas. ¿Hay o hubo liberalismo puro en el mundo?, no, porque sin la intervención del estado, hay vulneración de personas y derechos y aún los paises mas liberales del mundo, como EEUU, tiene que regular muchas cuestiones.

En la plataforma de Milei, los caballos de batalla han sido la economía, con la propuesta de una dolarización extrema, aboliendo la moneda y el banco central, y por otro lado la inseguridad con leyes mas duras y la libre portación de armas.

En el sector jubilatorio, las novedades no son buenas, se propone la privatización de las jubilaciones.

Sin dudarlo estamos ante una revolución del voto jóven; que no tiene miedos y un descontento generalizado que no ha sabido resolver ni el Pj (con sus variantes) ni el Pro con sus conocidas recetas. Asistimos probablemente a una manifestación que en el 2001 significó muertes y fuego en las calles, pero ahora, se transormaron en votos bronca, en votos cansancio que son lícitos, porque después de todo, en eso consiste la democracia.

Las elecciones se pierden por mala gestión y por sordera social, no hay mas secretos que esos y ésta ha sido una lección para todo el arco político tradicional argentino.