Norberto Pons, el referente de la neurociencia en San Juan

El especialista habló sobre el desarrollo neuronal, las funciones del cerebro y las conductas y limites en los menores de edad.

Ciencia y salud09 de mayo de 2022 Redacción Modo San Juan

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La neurociencia es un campo de la ciencia que estudia la estructura del sistema nervioso y del cerebro y el impacto de este en las funciones cognitivas y el comportamiento humano. Norberto Pons es un psicólogo sanjuanino especialista en neurociencias abocado a la clínica infantil.

Modo San Juan dialogó con el licenciado sobre el comportamiento infantil y el trabajo que desarrolla la neurociencia.

MSJ: ¿Qué es la neurociencia? 

-Norberto: La neurociencia se ha puesto de moda en Argentina y en San Juan desde el año 2013 aproximadamente. Pero es algo que viene surgiendo desde hace muchos años, es un tema que ha tenido mucho auge desde 1960 en adelante, al principio se empezaba a identificar ciertas regiones cerebrales que tenían una relación directa con algún funcionamiento cognitivo o conductual en el comportamiento. Eso empezó después con el área de Wernicke relacionada con el lenguaje. Después cuando fue avanzando la neurociencia se empezó a dar cuenta con los estudios e investigaciones que no solamente el funcionamiento cognitivo, el pensamiento, la atención, la memoria y la conducta no están relacionada directamente con un área cerebral especifica sino que se está demostrando cada vez más que el cerebro funciona de forma integral, de forma conjunta. Eso ayuda mucho a rehabilitar a pacientes que tienen algún daño, ya sean niños o adultos. A lo mejor un adulto tiene una ACV o un niño nace con una parálisis cerebral y tiene un daño especifico en alguna región del cerebro y después a través de la neurorehabilitacion se comienza a recuperar esa función, las neuronas que ya se han muerto no se recuperan pero si el funcionamiento, eso justamente lo produce el cerebro con la capacidad de funcionar de forma integral y la capacidad de plasticidad que es donde se recupera.

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MSJ: ¿En qué se basa la neurociencia?

-Norberto: Cuando se puso más de moda la neurociencia han surgido muchas orientaciones, lineamientos, teorías, hipótesis, cursos, pero lo que más se recomienda (lo que se sigue en la línea de Favaloro y  de INECO) es la neurociencia basada en evidencia científica, o sea lo que se puede comprobar a través de las neuroimagenes o de una investigación muy rigurosa, recién eso es aceptado como una verdad científica para seguir avanzando en la evolución de la ciencia. Por ejemplo, a través de imágenes neurofuncionales se puede ver como a través de los nuevos aprendizajes el circuito empieza a generar nuevos circuitos de aprendizajes en base de aprendizajes nuevos, si un niño empieza a hablar ahí se genera lo que se llama la sinapsis, se produce un aprendizaje y se abre un circuito, se abre la puerta de acceso a un conjunto de circuitos de aprendizajes nuevos. Cuando el niño empieza a reforzar el papá y mamá con otras palabras en la estructura de frases a nivel cerebral eso va produciendo una estructura de red nueva en el cerebro, y eso se puede comprobar a través de imágenes, con la evidencia científica.

MSJ: ¿Cómo trabaja el cerebro? 

-Norberto: La neurociencia ha ido evidenciando que nuestro cerebro es producto de la interacción de la masa encefálica con el medioambiente, en base a esa interacción y adaptación el cerebro ha ido evolucionando hasta llegar a lo que tenemos ahora. La corteza cerebral es lo más evolucionado que tenemos nosotros, es lo que nos permite hablar, realizar nuestro pensamiento abstracto, tocar un piano, una guitarra, todo lo que es la motricidad fina. El niño desde el vientre de la madre va recibiendo influencia desde el ambiente y del entorno que va moldeando, estructurando y armando este circuito de redes neuronal. Dos meses antes de nacimiento se generan los primeros circuitos de la neurocognición. Desde ahí esos circuitos están relacionados con la cognición, con la vida emocional, va influenciando y moldeando lo que va a ser el niño. Por eso es muy importante la influencia cultural sobre lo que queremos educar a los niños y adolescentes. Como padres hay que tener en cuenta que hay muchas influencias ambientales, sociales, culturales, de los medios de comunicación, políticas internacionales que pueden influenciar en el desarrollo de la identidad, la neurocognición, de la vida afectiva de nuestros hijos. Si bien no lo podemos evadir tenemos que tener en claro cuál es el objetivo más saludable para nuestros hijos.

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MSJ: ¿Son buenos los límites en la conducta? 

-Norberto: El cerebro va reaccionando en base a esta estructura ambiental, dependiendo de la estructura y de la influencia el niño va a ir aprendiendo los hábitos de comportamiento, crianza y de respeto mutuo. El niño y el adolescente termina de madurar después de los 20 años, y está comprobado que el sistema nervioso termina de madurar cerca de los 30 años. Por ahí la maduración y la marcación de ciertos hábitos hay que seguirlos trabajando y regulando durante todo el desarrollo del niño y el adolescente sobre todo lo relacionado a los límites y el respeto a las normas sociales. Es un trabajito que requiere mucho desgaste para los padres, pero si uno no lo recalca se vuelve a repetir el comportamiento. Es un trabajo en conjunto entre los padres y el sistema educativo.

MSJ: ¿En qué etapa la persona aprende más? 

-Norberto: Los aprendizajes que no se logren hasta los 14 años de vida se van retrasando en el desarrollo. Hay que aprovechar los primeros años de vida, en los 3 y 6 años es donde mayor reproducción e intercambio neuronal hay, por lo que todos los hábitos que el niño vaya adquiriendo en esas edades le van a quedar para toda la vida.

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