Fray Justo Santa María de Oro y Francisco Narciso Laprida, los Sanjuaninos claves en el Congreso de Tucumán

Los diputados Sanjuaninos fueron claves para declarar la independencia, el Congreso estaba dilatado y por su intervención clave se logró la declaración del 9 de Julio.

Personalidades09/07/2023JULIO FONSECAJULIO FONSECA
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Esta querida Argentina, nació así, polémica y dividida por diferentes bandos, con ideas interpuestas, y posiciones extremas. Los cuadros del congreso de Tucumán nos mostraron siempre un momento solemne, pero no fue nada fácil el proceso político, donde algunos no querían desprenderse de España, otros como Belgrano proponían una monarquía con descendientes incas y otros, como los sanjuaninos proponían la forma republicana de gobierno.

Conocemos algunos datos de los ilustres sanjuaninos que fueron protagonistas de la declaración de la independencia

Francisco Narciso de Laprida

Hizo sus primeros estudios en el Real Colegio de San Carlos de Buenos Aires, y acabados estos se trasladó a Santiago de Chile para cursar Cánones y Leyes por la Universidad de San Felipe. Licenciado en 1810, participó en el cabildo abierto 18 de septiembre de ese año en que se formó la Junta Provisional de Gobierno; un año más tarde, regresaría a San Juan, donde en 1812 sería electo síndico del Cabildo.

En 1813 fue el principal instigador del descontento popular que acabó con el gobierno de Saturnino Sarassa. Esto le valió ser encarcelado por el interventor posterior. Se fugó al poco tiempo.

Reincorporado al cabildo, colaboró con José de San Martín en la organización del Ejército de los Andes. Era considerado un perito en leyes y vecino de importancia, por lo que fue elegido en 1815 como diputado de su ciudad al Congreso de Tucumán, junto con Fray Justo Santa María de Oro. Ocupó la presidencia del mismo durante el mes de julio de 1816, de modo que ocupaba ese cargo cuando, el 9 de julio, se votó la Declaración de Independencia de la Argentina.

Fray Justo Santa María de Oro

Era hijo de Juan Miguel de Oro Bustamante y Cossio y Elena Albarracín Ladrón de Guevara. A los 17 años ingresó en la Orden de los Dominicos en Chile, de donde regresó a su provincia en 1814, expulsado por el general José Miguel Carrera.

Sus contactos con sus hermanos de Orden en Chile sirvieron para que el General San Martín pudiera enviar correo secreto a través de ellos.

En 1816 fue elegido diputado al Congreso de Tucumán, junto con Francisco Laprida. Allí impulsó la declaración de la Independencia. La historiografía liberal lo ubica como un férreo defensor de la forma republicana de gobierno por su frase "hay que consultar a los pueblos".

En el Congreso de Tucumán sus palabras fueron "se dará la batalla a favor de la soberanía del pueblo" y por eso aparece la tesis de la monarquía constitucional o "Yo el Rey", enfrentada con la de la república o "Nosotros los pueblos".

Renunció al Congreso cuando, al año siguiente, éste se trasladó a Buenos Aires; fue deportado a Chile en 1818, llegando rápidamente a ser el superior de los Dominicos de ese país.

Regresó a San Juan en 1828, como vicario apostólico para la diócesis de San Juan de Cuyo. Construyó la Catedral, mejoró las escuelas religiosas de esa ciudad y fundó una para mujeres. El 21 de febrero de 1830 Santa María de Oro fue consagrado obispo en la iglesia de San José de la ciudad de San Juan, por José Ignacio Cienfuegos.

Retirado de la Política por no ingresar en las luchas intestinas entre unitarios y federales muere un 19 de octubre de 1836 y sus restos descansan en la Catedral de San Juan.

Estos son nuestros próceres que tal vez no sabemos reconocer como merecen en la Provincia, con pocos homenajes y pocos lugares con su nombre.

fuente biográfica: wikipedia

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